En esta ocasión queremos compartir con vosotros el último reto de diseño con el que nos hemos enfrentado. Un piso de 20 m2 en el casco antiguo de Barcelona.
El piso se sitúa en el barrio de ciutat Vella de la ciudad Condal y tiene una ventana en forma de media luna que da a la antigua muralla.
En un piso de 20 m2 el espacio vale oro de manera que lo importante es que en un mismo lugar puedan pasar diferentes cosas a lo largo del día. Es decir el espacio debe de ser versátil.
La primera decisión que tomamos fue diseñar y construir un mueble en madera que contuviera todos los elementos necesarios para trabajar y vivir.
Este mueble se ubica en un lateral del piso dejando el resto del espacio abierto, diáfano y polivalente, aprovechando la única entrada de luz de la que se dispone.
De esta manera en el espacio principal por ejemplo se pueden dar reuniones de trabajo con numerosas personas convirtiendo así el piso en un despacho profesional.
Este mueble de pino contiene la cocina, el vestidor, la mesa para trabajar y la cama, plegable.
Abriendo o cerrando los distintos elementos del mueble podemos cambiar el uso del espacio servido. Convirtiéndose este en dormitorio, espacio de comer o estudio según la hora del día. Por lo tanto toda la funcionalidad del piso y todo el interiorismo se basa en él.
A nivel de materiales decidimos hacer el mueble en pino por fuera y formica color antracita por dentro para enfatizar el contraste al abrir o cerrar los elementos funcionales. El suelo también es de pino y se pintó la viga de hierro existente roblonada del s. XIX del mismo color.