El espacio y las matrioshkas.

Cuando pensamos en el espacio dentro del espacio siempre nos viene a la cabeza el famoso juego, y ahora souvenir, de las muñecas rusas o matrioshkas, originarias en primera instancia de Japón.

En ese juego lo interesante es la sorpresa de encontrar algo en el interior que se asemeja a lo que está en el exterior pero de tamaño más reducido. Podemos hacer el símil en arquitectura y en especial en el campo del diseño de interiores.

Cuando hablamos del espacio primario de un piso o un local, por ejemplo, tenemos normalmente para trabajar la relación entre el espacio interior y el espacio exterior. Es interesante el diálogo que surge de la relación entre estos dos elementos.

En pisos pequeños, a veces, es interesante volver a crear otro espacio, dentro del espacio interior, y volver a crear así de una forma consciente este diálogo, pero esta vez entre espacios interiores.

En este proyecto de interiorismo en Barcelona, podéis ver cómo se generan dos cubos de madera que contienen todos los espacio servidores como son cocina y baños.

Estos cubos de madera que contienen el programa más funcional dejan el resto del espacio interior libre, los espacios de mayor tamaño como salón comedor y habitaciones.

Al generar este espacio interior, dentro del espacio interior que ya existía, multiplicamos las relaciones entre los espacios de una forma exponencial y por otro lado ordenamos el diseño de interiores de nuestro proyecto a concepción espacial y materialización del mismo.

Los dos cubos por dentro los trataremos como las muñecas rusas, muy vivas en color, para generar ese diálogo entre la sobriedad del espacio servido y la vivacidad del espacio servidor.